Entre lágrimas y aplausos, en medio del escenario del Teatro del Estado, fue recibido el féretro que guarda el cuerpo del dramaturgo veracruzano Emilio Carballido, un ataúd de color madera con bordes en brillos dorados. Ahí reposaba el amante de los gatos y las plantas, como lo conocieron sus familiares y amigos cercanos.
Antes de las seis de la tarde arribó el cuerpo sin vida del escritor cordobés a la sala principal del Teatro del Estado, donde ya lo esperaban cientos de personas que conocían de sus grandes obras en el teatro, el cuento, el guionismo, así como en la novela.
En punto de las seis de la tarde se abrieron los telones de color rojo para mostrar el ataúd en medio de arreglos florales, y al fondo del escenario una gran fotografía del maestro, que recordaba su mirada suave pero llena de gran talento.
Al fondo se encontraban los integrantes del coro de la Universidad Veracruzana, quienes en honor al dramaturgo interpretaron canciones acordes al luto de familiares y amigos. Mientras tanto, desde el palco de honor estaba con una mirada llena de dolor su compañero de más de 20 años, el maestro Héctor Herrera, quien no podía ocultar la pena de haberse despedido de “un hombre que le enseñó tantas cosas en la vida”.
En el acto una persona que dirigía la ceremonia pidió a los miembros del palco de honor que uno a uno pasaran a exponer su mensaje y su despedida a Emilio Carballido, el escritor, el amigo, el hombre y el compañero.
El mismo Herrrera comentó que siempre admiró de Carballido su gran capacidad de amar a todas las cosas por insignificantes que parecieran: “Amaba los gatos, las plantas, sobre todo viajar. Le encantaban los aviones”. Por más que trató de sacar fuerzas de sí, Héctor no pudo contener las lágrimas y su voz se interrumpió por unos instantes: “Quiero terminar mi intervención con una respuesta dada por Carballido en una entrevista. ¿Quién es Emilio Carballido? Yo mismo, respondió él”.
“Es una pérdida dolorosa. Emilio Carballido fue un escritor, autor, intelectual, que en el arte de la dramaturgia alcanzó un lugar universal, ya que llegó a ser conocido en España, así como en muchos otros países”, respondió él Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.
“En su tierra, donde se le quiere admira y respeta, Emilio deja una huella muy profunda por su generosidad, por su amor a la naturaleza, a los seres humanos, a la vida. Deja todo un vestigio que el pueblo veracruzano admira hoy, mañana y siempre”. El mandatario estatal reveló que el cuerpo de Emilio Carballido será enterrado en el mausoleo de los veracruzanos ilustres.
Ignacio Escárcega, coordinador nacional de teatro en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), anunció que será el próximo 22 de marzo, día en que cumpliría 84 años de edad, cuando se realice un homenaje nacional en el INBA.
Universidad Veracruzana, de luto
Raúl Arias Lovillo, Rector de la Universidad Veracruzana, se acercó al féretro, saludó, caminó hacia el micrófono y anunció a la concurrencia del Teatro del Estado que “en honor al destacado trabajo que hizo en vida el dramaturgo veracruzano Emilio Carballido, ahora la Sala Chica del Teatro del Estado, ubicada en esta capital, llevará el nombre de este gran personaje, además de que este día fue declarado de luto estatal”.
Lo hizo en el homenaje póstumo que la comunidad veracruzana rindió en el Teatro del Estado al dramaturgo fallecido ayer, y comentó que la idea de imponer el nombre a la sala fue promovida por el gobernador Fidel Herrera Beltrán. “Ahí estarán presentes” –prometió a la audiencia– “por siempre sus cuentos, sus nueve novelas, su cerca de cien obras teatrales, así como guiones para cine y para televisión, las antologías de teatro joven de México y de teatro para niños, entre otras”.
Emilio Carballido mantuvo una estrecha relación con la máxima casa de estudios de los veracruzanos, y encontró en esta institución un verdadero hogar. La primera relación que él tuvo con la UV fue en 1954, “desde esa fecha y hasta el momento de su muerte encontró un espacio para exponer su obra”.
Manuel Zepeda Ramos, director de difusión cultural de la UV, contó una anécdota: “Yo platicaba mucho con él. Una vez pensé que debía ponerse la obra dramática de Carballido en el lenguaje radiofónico. Le comenté el proyecto y aceptó. Al preguntarle quién era el guionista ideal para trabajar su obra, me respondió: pues Emilo Carballido.
“Él es el dramaturgo mexicano más conocido del planeta. La revista Tramoya, que fundó y dirigió, se convirtió en un referente para los escritores jóvenes latinoamericanos”, dice Zepeda.
Roberto Peredo, escritor e investigador de la Universidad Veracruzana, relató que es sabido que el dramaturgo es rara avis en el medio del arte. “Desde la Grecia Clásica, sólo ocasionalmente le fue dado a algún país o alguna región el contar con más de un dramaturgo significativo creando al mismo tiempo que otro. No ha sido nuestra época ni nuestro país la excepción, por eso es particularmente penoso el que haya fallecido Emilio Carballido.”
Un corazón conectado a la realidad: Sabina Berman
Muchos de los hombres y mujeres que hacen teatro hoy día en México tuvieron alguna relación con Emilio Carballido: fueron sus discípulos, sus directores, sus actores o simplemente sus espectadores, lo que apenas alcanza para reflejar la trascendencia de su obra en el teatro mexicano del siglo XX, aun cuando las palabras de Sabina Berman dicen más: “queda en la historia de la cultura como uno de los grandes dramaturgos: (Rodolfo) Usigli y él son los grandes de nuestra tradición en la dramaturgia.”
Sabina Berman resaltó de la obra de Carballido su capacidad para sostener una comunicación perfecta con el público, pues donde escribía ‘aquí va risa’, el público se reía, ya fuera el de Xalapa o el de la Ciudad de México; “o si él decía ‘el silencio debe ser más largo para que la gente solloce’, la gente iba a sollozar”, recordó la dramaturga.
“Después de tantos años de tratarlo descubrí que los dos misterios eran uno solo: tenía su corazón muy bien conectado a la realidad. Se trataba de un hombre profunda y valientemente honesto.”
Víctor Hugo Rascón Banda aseguró que con la muerte de Emilio Carballido se despide a un constructor del teatro nacional, a un autor que desde su primera obra volteó los ojos a México y no a Europa ni a las tendencias de imitación que se hacían en aquella época: “él fue de los que dijo ‘vamos a hablar de este país’”, recordó.
“Lo considero el padre del teatro mexicano contemporáneo, porque formó a muchos escritores. Su obra es tan grande que se debe publicar para no perderla […]. Él hacía un teatro a veces realista, otros simbólico… su obra es diversa, grande y no valorada todavía lo suficiente, de ahí la importancia de estudiarla y promoverla.”
Milenio Diario / Édgar Reyes, Daniel Sousa y Jesús Alejo.
Antes de las seis de la tarde arribó el cuerpo sin vida del escritor cordobés a la sala principal del Teatro del Estado, donde ya lo esperaban cientos de personas que conocían de sus grandes obras en el teatro, el cuento, el guionismo, así como en la novela.
En punto de las seis de la tarde se abrieron los telones de color rojo para mostrar el ataúd en medio de arreglos florales, y al fondo del escenario una gran fotografía del maestro, que recordaba su mirada suave pero llena de gran talento.
Al fondo se encontraban los integrantes del coro de la Universidad Veracruzana, quienes en honor al dramaturgo interpretaron canciones acordes al luto de familiares y amigos. Mientras tanto, desde el palco de honor estaba con una mirada llena de dolor su compañero de más de 20 años, el maestro Héctor Herrera, quien no podía ocultar la pena de haberse despedido de “un hombre que le enseñó tantas cosas en la vida”.
En el acto una persona que dirigía la ceremonia pidió a los miembros del palco de honor que uno a uno pasaran a exponer su mensaje y su despedida a Emilio Carballido, el escritor, el amigo, el hombre y el compañero.
El mismo Herrrera comentó que siempre admiró de Carballido su gran capacidad de amar a todas las cosas por insignificantes que parecieran: “Amaba los gatos, las plantas, sobre todo viajar. Le encantaban los aviones”. Por más que trató de sacar fuerzas de sí, Héctor no pudo contener las lágrimas y su voz se interrumpió por unos instantes: “Quiero terminar mi intervención con una respuesta dada por Carballido en una entrevista. ¿Quién es Emilio Carballido? Yo mismo, respondió él”.
“Es una pérdida dolorosa. Emilio Carballido fue un escritor, autor, intelectual, que en el arte de la dramaturgia alcanzó un lugar universal, ya que llegó a ser conocido en España, así como en muchos otros países”, respondió él Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.
“En su tierra, donde se le quiere admira y respeta, Emilio deja una huella muy profunda por su generosidad, por su amor a la naturaleza, a los seres humanos, a la vida. Deja todo un vestigio que el pueblo veracruzano admira hoy, mañana y siempre”. El mandatario estatal reveló que el cuerpo de Emilio Carballido será enterrado en el mausoleo de los veracruzanos ilustres.
Ignacio Escárcega, coordinador nacional de teatro en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), anunció que será el próximo 22 de marzo, día en que cumpliría 84 años de edad, cuando se realice un homenaje nacional en el INBA.
Universidad Veracruzana, de luto
Raúl Arias Lovillo, Rector de la Universidad Veracruzana, se acercó al féretro, saludó, caminó hacia el micrófono y anunció a la concurrencia del Teatro del Estado que “en honor al destacado trabajo que hizo en vida el dramaturgo veracruzano Emilio Carballido, ahora la Sala Chica del Teatro del Estado, ubicada en esta capital, llevará el nombre de este gran personaje, además de que este día fue declarado de luto estatal”.
Lo hizo en el homenaje póstumo que la comunidad veracruzana rindió en el Teatro del Estado al dramaturgo fallecido ayer, y comentó que la idea de imponer el nombre a la sala fue promovida por el gobernador Fidel Herrera Beltrán. “Ahí estarán presentes” –prometió a la audiencia– “por siempre sus cuentos, sus nueve novelas, su cerca de cien obras teatrales, así como guiones para cine y para televisión, las antologías de teatro joven de México y de teatro para niños, entre otras”.
Emilio Carballido mantuvo una estrecha relación con la máxima casa de estudios de los veracruzanos, y encontró en esta institución un verdadero hogar. La primera relación que él tuvo con la UV fue en 1954, “desde esa fecha y hasta el momento de su muerte encontró un espacio para exponer su obra”.
Manuel Zepeda Ramos, director de difusión cultural de la UV, contó una anécdota: “Yo platicaba mucho con él. Una vez pensé que debía ponerse la obra dramática de Carballido en el lenguaje radiofónico. Le comenté el proyecto y aceptó. Al preguntarle quién era el guionista ideal para trabajar su obra, me respondió: pues Emilo Carballido.
“Él es el dramaturgo mexicano más conocido del planeta. La revista Tramoya, que fundó y dirigió, se convirtió en un referente para los escritores jóvenes latinoamericanos”, dice Zepeda.
Roberto Peredo, escritor e investigador de la Universidad Veracruzana, relató que es sabido que el dramaturgo es rara avis en el medio del arte. “Desde la Grecia Clásica, sólo ocasionalmente le fue dado a algún país o alguna región el contar con más de un dramaturgo significativo creando al mismo tiempo que otro. No ha sido nuestra época ni nuestro país la excepción, por eso es particularmente penoso el que haya fallecido Emilio Carballido.”
Un corazón conectado a la realidad: Sabina Berman
Muchos de los hombres y mujeres que hacen teatro hoy día en México tuvieron alguna relación con Emilio Carballido: fueron sus discípulos, sus directores, sus actores o simplemente sus espectadores, lo que apenas alcanza para reflejar la trascendencia de su obra en el teatro mexicano del siglo XX, aun cuando las palabras de Sabina Berman dicen más: “queda en la historia de la cultura como uno de los grandes dramaturgos: (Rodolfo) Usigli y él son los grandes de nuestra tradición en la dramaturgia.”
Sabina Berman resaltó de la obra de Carballido su capacidad para sostener una comunicación perfecta con el público, pues donde escribía ‘aquí va risa’, el público se reía, ya fuera el de Xalapa o el de la Ciudad de México; “o si él decía ‘el silencio debe ser más largo para que la gente solloce’, la gente iba a sollozar”, recordó la dramaturga.
“Después de tantos años de tratarlo descubrí que los dos misterios eran uno solo: tenía su corazón muy bien conectado a la realidad. Se trataba de un hombre profunda y valientemente honesto.”
Víctor Hugo Rascón Banda aseguró que con la muerte de Emilio Carballido se despide a un constructor del teatro nacional, a un autor que desde su primera obra volteó los ojos a México y no a Europa ni a las tendencias de imitación que se hacían en aquella época: “él fue de los que dijo ‘vamos a hablar de este país’”, recordó.
“Lo considero el padre del teatro mexicano contemporáneo, porque formó a muchos escritores. Su obra es tan grande que se debe publicar para no perderla […]. Él hacía un teatro a veces realista, otros simbólico… su obra es diversa, grande y no valorada todavía lo suficiente, de ahí la importancia de estudiarla y promoverla.”
Milenio Diario / Édgar Reyes, Daniel Sousa y Jesús Alejo.
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