Me ha entrado lo cursi, lo arrebatado, lo desposeído; el espíritu doliente, la mirada torva, los pies que insisten en llevarme a tí; los ojos fijos en un punto amorfo, brujo. Tú. Me ha venido a la mente la conveniencia de escribir los siguientes fragmentos, en un acto de autopurificación. Una acción para curarme la resaca que me causas, infame, mentirosa, falsa, hermosa.
A través,
Octavio Paz.
Doblo la página del día,
escribo lo que me dicta
el movimiento de tus pestañas.
*
Entro en tí,
veracidad de la tiniebla.
Quiero las evidencias de lo obscuro,
beber el vino negro:
toma mis ojos y reviéntalos.
*
Una gota de noche
Sobre la punta de tus senos:
enigmas de clavel.
*
Al cerrar los ojos
los abro dentro de tus ojos.
*
En su lecho granate
siempre está despierta
y húmeda tu lengua.
*
Hay fuentes
en el jardín de tus arterias.
*
Con una máscara de sangre
atravieso tu pensamiento en blanco:
desmemoria me guía
hacia el reverso de la vida.
Octavio Paz.
Doblo la página del día,
escribo lo que me dicta
el movimiento de tus pestañas.
*
Entro en tí,
veracidad de la tiniebla.
Quiero las evidencias de lo obscuro,
beber el vino negro:
toma mis ojos y reviéntalos.
*
Una gota de noche
Sobre la punta de tus senos:
enigmas de clavel.
*
Al cerrar los ojos
los abro dentro de tus ojos.
*
En su lecho granate
siempre está despierta
y húmeda tu lengua.
*
Hay fuentes
en el jardín de tus arterias.
*
Con una máscara de sangre
atravieso tu pensamiento en blanco:
desmemoria me guía
hacia el reverso de la vida.
Cántico espiritual,
[Fragmento]
San Juan de la Cruz
I
¿A dónde te escondiste,
Amado (a), y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido.
X
Apaga mis enojos
pues que ninguno basta deshacellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos.
XXXVII
Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías,
all tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día.
APÉNDICE
Gocémonos, amado (a),
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte o al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.
Horas de junio,
Carlos Pellicer.
Hoy hace un año, Junio, que nos viste,
desconocidos, mudos, un instante.
Llévame a ese momento de diamante,
que tú en un año has vuelto perla triste.
[Fragmento]
San Juan de la Cruz
I
¿A dónde te escondiste,
Amado (a), y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido.
X
Apaga mis enojos
pues que ninguno basta deshacellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos.
XXXVII
Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías,
all tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día.
APÉNDICE
Gocémonos, amado (a),
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte o al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.
Horas de junio,
Carlos Pellicer.
Hoy hace un año, Junio, que nos viste,
desconocidos, mudos, un instante.
Llévame a ese momento de diamante,
que tú en un año has vuelto perla triste.
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Paul Celán
En la fuente de tus ojos,
conserva el mar su promesa.
Paul Celán
En la fuente de tus ojos,
conserva el mar su promesa.
Ágrafa musulmana en papiro Oxyrrinco,
J. J. Arreola.
J. J. Arreola.
Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte.
Cuento de horror,
J. J. Arreola.
J. J. Arreola.
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.
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