Se cumplió una década más de la muerte de Ernesto Guevara de la Serna. Todo mundo se puso a recordar al guerrillero argentino como mejor juzgó. Y es que el 9 de octubre de 1967 cayó en manos de un ejército al mando de la CIA. En un combate en la Quebrada del Yuro, en Bolivia. Pues bien, hace una semana exacta, en Hidalgo el PRD montó un altar con fotos suyas y veladoras en Plaza Juárez. En Cuba, miles se agolparon en el parque central de la isla y pararon oreja a las arengas de viejos amigos del Che. En La Higuera, el pueblo perdido de Bolivia donde lo asesinaron, cientos llegaron con las turísticas intenciones de sacarle fotos a la piedra donde reposó su cabeza cuando cayó herido, o para revivir la entrada a la casucha donde recibió atenciones médicas, o bien, con ganas de ver a las personas que lo socorrieron en sus últimas horas de vida. El colmo: sé de alguien que celebró al Che yéndose de farra; llevaba puesta su playera estampada con esa mítica fotografía de Alberto Korda. Todo, en nombre del Che.
En estos días se ha podido ver cualquier tipo de asuntos en torno suyo. Cosas que van desde estudios exhaustivos sobre su papel en el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista, hasta apasionados lloriqueos por lo que está sucediendo con él en los tiempos que corren, a saber: la reducción del hombre de carne y hueso a su mero semblante adornando tazas de café, encendedores, llaveros, gorras de beisbol, carteras finas, jeans deshilachados, té de hierbas, y por supuesto esas omnipresentes playeras de su rostro con una estrellita frontal en la boina y el cabello algo crecido, mirando al horizonte con una expresión cariacontecida. No sé por qué me acordé de las críticas que recibió Diarios de motocicleta, esa desafortunada road movie de Walter Salles sobre el famoso viaje que de joven emprendió Che Guevara por Latinoamérica con su amigo Alberto Granado. Desdichada cinta que buscaba descubrir el hilo negro. Es mejor pensar en un texto del ensayista cubano Iván de la Nuez. Después de traer a cuento los sitios inverosímiles sobre los que se ha impreso la fotografía del Che (el bícep de Maradona o la diminuta tanga de una modelo), llega a la conclusión de que el guerrillero hoy día no es más que un común y corriente fetiche. Y se pregunta socarronamente si la feroz maquinaria económica que fue capaz de convertir al Che en fetiche, será ahora tan torpe como para regresar al fetiche en Che. Parece un engañoso juego de palabras. No lo es. “¿Le dejará al personaje exclusivamente su valor subversivo para que afloren su legado y sus maneras en la inestable vida que hoy vivimos?” cuestiona. “¿Despojará a esta figura de su actual neutralidad pop para exponer a los cuatro vientos el ejemplo de un enemigo carismático y letal que se pasó la mitad de su existencia jugándose la vida?”
No es novedad decir que el Che es un mito. Pero conviene advertir que un mito es: tergiversar. Ver sólo lo que queremos. El mito es dotar a un signo de tantos significados como nos venga en gana. Todos válidos, por cierto. “El saber contenido en el concepto mítico es, en realidad, un saber confuso, formado de asociaciones débiles, ilimitadas”, decía Roland Barthes. Pues bien, la mítica fotografía del Che por Alberto Korda es una vaga, confusa noción. A la juventud, adicta a la moda camp, la foto le viene muy ad hoc con sus ropas costosas. Mas para la gente de La Higuera, en Bolivia, es la imagen de un santo. En los altares del hogar, al lado de la Virgen y la Cruz, está el retrato del Che. Entre los cubanos más ciegos, esa foto es la justificación de todos sus pesares. Y para Fidel Castro, dicho sea de paso, es el recurso para eternizarse en el poder: no es gratuito que Cuba haya hecho traer sus huesos desde Bolivia y los honrara el pasado martes en su aniversario. En fin, es el Che todo lo que se quiera. No voy terminar sin insistir en algo: se critica mucho que no sea debidamente estudiado el legado del Che y que, en cambio, se le reduzca a una simple fotito. Qué tontería. ¿No ven que el Che no importa sino gracias a que es un mito? De no ser por esa foto que encumbró la publicidad, ni el PRD de Hidalgo ni nadie le prendería veladoras a un tal Guevara de la Serna. ¿Me equivoco?
6 comentarios:
Muy de acuerdo contigo, el Che hoy dia no es mas que un ícono pop, en el peor sentido del término, no sé hasta donde sea bueno su legado (si es que dejó alguno)a mi la verdad siempre me ha caido mal, y me quedo con lo que de él dijo Ikram Antaki, "tuvo hijos, pero nunca fue un padre; pasó por muchos paises, pero de ninguno fue un ciudadano".
Realmente no me explico la necesidad (queria escribir "necedad") de la gente de hacer mitos, como si eso le diera sentido a su precaria vida, por mi parte, no sé si soy un mal o un buen tipo, pero sé que no necesito de idolos como ese para vivir y entender mi mundo.
No sé si el Che haya sido un "revolucionario" (cualquier cosa que eso signifique), pero lo que no creo es que las mujeres que aún hoy en cuba se prostituyen para (mal) vivir (que son muchas) le estén muy agradecidas a él y a la revolución (así, con minúsculas)
Por cierto, en esa fotografía se parece mucho a Cantinflas.
No había sabido de esas palabras de Ikram Antaki. Grandes palabras, por cierto.
¡Joder! Tanta ignorancia campea por el mundo, que da miedo. ¿Por lo menos han leído algo de historia latinoamericana? Ese "cristal de roca", ¿sabe realmente lo que dice o habla por hablar? Cierto, no fue un padre, pero eso es asunto de sus hijos y de él... por otro lado, si le preguntan a sus hijos (y hay varios libros que atestiguan eso), les dirán que fue más que un padre... en efecto, Guevara como todos los hombres y mujeres, tuvo errores garrafales. Pero eso no quiere decir que se le descalifique con los mismos argumentos que utilizan "los comunicadores" del poder... De verdad, ¡lean! (Y no sólo lo que encuentran en iternet, ¿eh? Inviertan en su educación un poco.) Eso sí que podría hacer una verdadera revolución en el mundo.
Insisto: si no fuera por la publicidad de esa fotito, ni yo ni nadie conocería tanto al Che, ni estaríamos hablando de èl. En rigor, si no fuera el mito en que se ha convertido, no hubiera cobrado tanta importancia como la que ahora posee.
Guerrilleros como Lucio Cabañas también murieron heróicamente (según la informaicón que ha llegado los últimos dos años), y nadie lo recuerda con tanto fervor como el que arman por el 40 aniversario por el che. Ahora bien, no es preciso ir a los libros para saber que los hijos del che se sienten orgullosos por su padre. Ene fecto, Aleida Guevara ha declarado a El País que su padre es casi-casi, Dios. Olvidar algo, sin embargo, es pecado:_ Aleida vive como rey en Cuba, donde todos viven como pobres diablos (patrioterismos aparte, tales como que los cubanos poseen los más alto´s índices de educación, amçen de los culos más deliciosos que he visto)
Luis Frías.
Luis,
También me toca insistir, porque no es perdonable la ignorancia sólo porque cunde sobre las masas, ¿no crees? Por otro lado, el que a Lucio no se le haga tanto alboroto, se debe principalmente, no a que Korda no le haya tomado una foto --claro está-- sino a que en México, su lucha no la valora ni el gobierno ni los mexicanos, que si tomamos en cuenta el evidente promedio de desinformación, nada saben de lo que otros han luchado para que este país sea mejor. Ahora bien, cierto que el Che, tal cual lo venden los mass-media actualmente, es una mercancía que le ha dejado pingües dividendos a más de una compañía, pero entonces, la discusión está en la crítica al poder desde los medios y no al Che. Creo que por ahí se pondría interesante el debate. Lo demás, transita entre la pelea y el berrinche (me incluyo, claro), que a nada llevan, sino a más desinformación.
Antes de cerrar el comentario, una precisión: creo que casi cualquier indígena del Valle del Mezquital, estaría mejor en las codiciones cubanas, que en el "espectacular" ambiente del capitalismo rastrero que campea por casi todo el mundo. Amén, claro, que estarían alfabetizados y con servicios de salud, que ya quisieran los hispanos del Harlem neoyorkino.
Y sí, los hijos del Che vivien como "reyes", te creo por principio de cuentas porque no lo sé en realidad. Me quedo con lo que conozco de la isla, que es un dechado de gente que lucha, que sabe lo que tiene y que comparados con los pocos que despotrican contra Castro, entonces está legitimado. Casi como aquí, donde una pequeña minoría declara ilegítimo a Calderón, pero no por eso, decimos que el señor es un dictador impuesto, ¿verdad?... en fin, ejemplos y contraejemplos, hay a montones... lo importantes es hacer una crítica real a quien realmente nos tuerce la vida y las esperanzas.
Un caluroso saludo desde la fría Pachuca (tierra a la que le debemos la reformulación de su historia, antigua y reciente).
Apreciable Torresvera,
Estamos de acuerdo en algo, ha sido la cultura de masas lo que ha encumbrado al Che (al menos a ese Che del que hablo en mi columna). Entonces, ¿por qué no critiqué a los dueños del poder del massmedia? No soy de los que creen que la culpa la tenan los otros, sino nosotros mismos. En última instancia, insisto, nosotros somos los responsables de que la televisión sea la televisión que es, de que los periódicos (mea culpa, porque trabajo en uno) digan lo que dicen, y que nosotros, conformes con eso, sigamos leyendo los periódicos, permitiéndoles que se sigan arrgando el supuesto derecho de dar carta de naturalización a los hechos de la vida pública. En fin, regreso a lo nuestro, queriendo hacer insistencia en que estamos de acuerdo en que el mito del Che es de lo que hablé en la columna. Precisamente traté de tener el buen cuidado de evitar entrar a honduras ideológicas, o por lo menos, las honduras de la revolución cubana. Me limité a insistir, espero haberlo logrado, en que el Che es un mito y, sin en embargo, esa creciente condición de mito (heterogeneidad, inasibilidad, inmediatez) es lo que ha hecho del che lo que es.
Fue un mal ejemplo responder el anterior comentario hablando de Cuba. Yo, con muchos sociólgos respetables, creo que ese país es el más libre del mundo...
Torresvera, espero encontrar tú adhesión al siguiente refrán que voy a traer a colación: "¿Quieres que dos personas no se pongan de acuerdo? Mételos a un cuarto y antes de cerrar la puerta, di: 'Cuba'".
Un abrazo,
Desde Pachuca, igualmente.
Publicar un comentario