Como todas las buenas cosas, sucedió por equivocación. Buscaba algo en Internet y se interpuso en mi camino ese vínculo. Apachurré el botón y me encontré con la revista. Se llamaba Espiral y tenía varios textos interesantes, de literatura y filosofía principalmente, además de una destacada entrevista hecha por una tal Elena Méndez, culichi -ningún albur ni referencias corporales, sino nacida en Culiacán. Pues bien, la sección de colaboraciones enumeraba las características que debían tener los textos para ser publicados. Mandé un cuento y no pasó nada.
Al poco tiempo, conocí virtualmente a Elena Méndez, la artífice de que exista Espiral; me confirmó que el texto aparecería en un número futuro. Estoy hablando de hace unos cuantos meses. Le dí las gracias, sinceramente, porque a mi lado están plumas destacadas de la emergencia literaria mexicana. Varias veces -siempre por internet- hablé con Elena, elogiándole que Culiacán sea tierra de jefes. En fin, que desde mi punto de visa nos hemos hecho buenos aunque distantes y cibernéticos amigos.
Hace un par de días, recibí en mi correo la notificación de que "Estación Pantitlán" mi diminuto texto !por fin! había sido incluido en la edición 14 de Espiral. A Elena, mis agradecimientos pero, principalmente, mis felicitaciones por tan honesto proyecto cultural.
Al poco tiempo, conocí virtualmente a Elena Méndez, la artífice de que exista Espiral; me confirmó que el texto aparecería en un número futuro. Estoy hablando de hace unos cuantos meses. Le dí las gracias, sinceramente, porque a mi lado están plumas destacadas de la emergencia literaria mexicana. Varias veces -siempre por internet- hablé con Elena, elogiándole que Culiacán sea tierra de jefes. En fin, que desde mi punto de visa nos hemos hecho buenos aunque distantes y cibernéticos amigos.
Hace un par de días, recibí en mi correo la notificación de que "Estación Pantitlán" mi diminuto texto !por fin! había sido incluido en la edición 14 de Espiral. A Elena, mis agradecimientos pero, principalmente, mis felicitaciones por tan honesto proyecto cultural.
2 comentarios:
Gracias gracias gracias, Luis...
Felicidades paisano! Duda: ¿y las palabras transparentes de la casa chica? Un abrazo.
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